lunes, 25 de enero de 2010

Este Sábado a las 18 hrs.... en el Shaddai

Anfitrión: Grupo de jóvenes de la iglesia El Shaddai
Lugar: Calle María Pedraza 11
Hora: 18 hrs
Metro: Estrecho (L1) o Francos Rodríguez (L7)

Amigos de RM! ¡YA TENEMOS EL NUEVO ENCUENTRO DEL AÑO 2010!, hay ganas ¿verdad?. En esta ocasión son los jóvenes de El Shaddai quienes nos invitan y estamos seguros que será un tiempo estupendo para poder saludarnos, alabar juntos y ser nuevamente retados por nuestro Dios.

Algunos están trayendo a sus amigos del Instituto y ¡nos parece una idea genial!, algunos aún no habéis asistido: NO OS LO PODÉIS PERDER. Os recordamos que tenemos un grupo de Facebook



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miércoles, 20 de enero de 2010

Próximo encuentro de Reacciona Madrid!

Esta vez son los jóvenes del Shaddai quienes hacen de anfitriones de nuestro encuentro de Racciona Madrid!.

Anotaros la fecha, el Sábado 30 a las 18 horas.

Permaneced atentos al blog porque pondremos más información.

viernes, 15 de enero de 2010

El hijo pródigo, la obra de teatro en vídeo

¡Hola a todos! un poco tarde pero ya tenemos el vídeo de la genial obra de teatro que el grupo de Vallecas representó en el pasado encuentro, aquí tenéis la primera parte:

viernes, 8 de enero de 2010

Un consejo que te puede salvar la vida


Cuando comencé a acercarme a una iglesia local, lo hice con una timidez extrema. Los que me conocen de hace poco se extrañan y mucho cuando les cuento que era patológicamente tímido. Los que me conocen de más tiempo, y no me han visto en algunos años se extrañan aún más.

La primera vez que llegué a una iglesia evangélica de Sevilla la reunión había empezado. Como yo era tan tímido me quedé frente a la puerta (de cristal esmerilado) sin atreverme a cruzarla, debatiéndome si entrar o no (a ese punto de timidez llegaba). Un hermano llamado Manolo Gómez, con problemas de audición vió algo raro y salió fuera, invitándome a entrar. Siempre que lo veo se lo recuerdo. Gracias a él me atreví a cruzar la puerta de entrada.

Pero la historia no termina allí. A mi problema de timidez se le sumaba lo simpáticos que eran aquellos evangélicos, sabía que nada más terminar la reunión se acercaban a saludarme. Y yo no quería hablar con ellos. No. Me daba vergüenza. Así que lo que hacía era llegar un poquito tarde, e irme nada más terminar la reunión, así no tenía que saludar a nadie. Y mi plan funcionó, al menos por un tiempo.

Pero un día, un hombre de Dios llamado Benjamín Martín, cuando terminó la reunión salió a mi encuentro.

-Muchacho, muchacho- me dijo- ¿tienes mucho que estudiar?.

Yo, que no he sido precisamente un empollón no entendí la pregunta, le dije que no.

-Es que como veo que sales con tanta prisa....

Y aquello me hizo quedarme más tiempo. Contuve mis ganas de salir corriendo cada vez que alguien me saludaba, y poco a poco fuí conociendo a aquella familia de la fe, que en poco tiempo se convertiría en mi familia.

Otro día Benjamín me tomó a parte y me dijo algo que creo que marcó mi vida, y que repito a menudo a los más jóvenes.

-Julio, te voy a dar dos consejos- me dijo, siempre solemne y sincero- todos los creyentes son amados, tú júntate con los mejores. Y el segundo consejo: haz como Isaac, que sea el Señor el que te busque novia.

De esto hace más de 18 años. Toda una vida.

El Domingo pasado tuve la ocasión de ver a este querido hermano, Benjamín. Se mantiene igual que siempre, el pelo más blanco, nadie diría que ha pasado tanto tiempo. Siguiendo esa costumbre bíblica que tenemos en las asambleas (y que muchas iglesias conservan), nos saludamos con dos besos. Y como siempre me gusta hacer, le recordé aquellos dos consejos que me dió. Sé que a él le gusta que se lo recuerde.

Y es que es muy importante un buen consejo a tiempo, "Manzana de oro con figuras de plata Es la palabra dicha como conviene" Pr 25.11. Un buen consejo es un tesoro, una obra de arte, algo que no debe ser despreciado ni olvidado.

Ese consejo, por la Gracia de Dios, me cambió la vida, me hizo tener buenas amistades que me influenciaron y me retaron, y... me llevó a fijarme más allá de las apariencias y enamorarme de una mujer de Dios. A menudo pienso cómo hubiera sido mi vida de haber tomado otras decisiones, es como asomarse a un abismo que produce cierto vértigo y pavor, no quiero ni imaginarlo.

Jóvenes, aquí tenéis un consejo para vuestras vidas, escoged bien vuestras amistades, procurad amistades espirituales. Y en cuanto al asunto del noviazgo, no os precipitéis, dejad obrad al Señor y fijaros en las cosas que el Señor admira. Tal vez este consejo os cambie la vida.